Hugo de San Víctor

El innovador Hugo de San Víctor leyendo
lunes, 19 de diciembre de 2011
Nuevas tecnologías
Noticias Sociales. Lo fascinante de las redes sociales y las noticias que se generan en ella es este cambio en el concepto de noticias sociales y nos mantienen satisfactoriamente al día. En ellas el protagonista las genera directamente y sin filtros, no pasa por el tradicional canal de comunicación y en mucho, por la censura. Es un nuevo concepto de información específica que emerge lentamente y prospera gracias a un creciente número de servicios en los teléfonos móviles, que se adaptan a las necesidades personales, como la obtención de información referente al área en que uno se encuentra.
La Web Semántica. Tim Berners-Lee es el impulsor de este que es uno de los desarrollos más prometedores de la red, pues ¿qué le parecería que su máquina distinga entre establezca diferencias entre tipos de enlaces y relaciones significativas entre ellos? Así le diferenciaría la página de una editorial donde hay un libro, de la página del autor del libro, de la de la librería o librerías que pueden venderlo, y del sitio que contiene la reseña del libro hecha por un fan o de la página de un sitio de ecos de sociedad donde se habla de las relaciones amorosas del autor del libro. Según nuestros intereses, ¡eso puede contener mucha basura! Sería fantástico que nuestras máquinas entiendan y puedan manejar significativamente la gran cantidad de datos que contienen. Se trataría de perfeccionar las tareas que los buscadores no son capaces de realizar y que obligan al usuario a depurar inteligentemente las búsquedas. ¡Esto sería la web 3.0! ¡Ansío que llegue!
Nativos digitales. ¿Alguna vez tuvo que cambiar el idioma con el cual habla desde que nació? Esto es lo que le ocurre a las generaciones que nacieron con los adelantos de las nuevas tecnologías de información y comunicación. En los últimos años, se les ha llamado generación N (iNternet) o D (digital), y generación Einstein, pero para A. Pisticelli el epíteto que mejor refiere es el de “nativos digitales”. Las computadoras y videojuegos, el e-mail, Internet, los teléfonos celulares y la mensajería instantánea son parte integral de nuestras vidas y el oxígeno tecnocultural que respiran los chicos del tercer milenio. Nosotros, los inmigrantes digitales, actuamos tras preguntar, y justo a la inversa en todos los casos de los nativos digitales, que hacen primero y se preguntan después.
Neurológicamente, esta segunda lengua (para nosotros que aprendimos a hacer las cosas diferentes), su lengua, ocupa áreas del cerebro distintas de las que se movilizan con el aprendizaje de la lengua materna, y por lo tanto aprenden diferente. Para A. Pisticelli, o nosotros, quienes seamos docentes, invariablemente inmigrantes digitales, aprendemos a enseñar distinto, o los nativos digitales deberán retrotraer sus capacidades cognitivas e intelectuales a las que predominaban dos décadas o más atrás. Lo cual no es válido, pues somos nosotros quienes debemos salvar la brecha alfabetogeneracional. Los consumidores y próximos productores de casi todo lo que existe (y existirá) son los nativos digitales, y entre ambas generaciones la posibilidad de comunicación y de coordinación conductual se vuelven difíciles y casi imposibles, a menos que existan mediadores tecnológicos intergeneracionales, carrera que algunos han emprendido, y una de cuyas variantes clave serán los docentes polialfabetizados. ¿Tomaremos el reto o dejaremos huérfana de guía a estas generaciones?
Regulación de los medios e internet. En la ética del hacker el trabajo es flexible, compartido y cuando resulta remunerado lo es como efecto secundario. Henry Jenkins denominó a las nuevas formas de relación con lo cultural y creativo desde las TIC, cultura de la convergencia destacando las relaciones entre la convergencia mediática, la cultura participativa y la inteligencia colectiva. Una tendencia es si debe existir o no regulación en estos medios y, si así fuere, qué es lo que habría que regular, cómo hacerlo y quién estaría legitimado para ello. Lawrence la fácil respuesta a regular: quién controle el código controlará la red. Pero habrá que determinar quién, sobre qué y hasta dónde debe llegar esa regulación. Este autor exige libertad de información y de intercambio de conocimientos y productos culturales.
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